Artículo publicado en el periódico El Informe de David Vol. 3 No. 90 y 91 - Edición impresa.
Panamá-Chiriquí, viernes 19 y 26 de julio de 2013.
http://www.elinformedavid.com/
Por: Dr. Danilo Antonio Castillo G.
En muchos países desarrollados (por ejemplo, los de Europa occidental y América del Norte), los patrones de transmisión son diferentes, la mayoría de las infecciones entre adultos jóvenes se da por la actividad sexual y uso de drogas inyectables. La hepatitis B es un importante riesgo laboral para los trabajadores de la salud. El virus de la hepatitis B no se transmite por alimentos o agua contaminada, y no se puede transmitir casualmente en el lugar de trabajo. En ocasiones se han detectado brotes originados en salas donde se hacen tatuajes y acupuntura.
La
probabilidad de que la infección con el virus de la hepatitis B se vuelve
crónica depende de la edad en que una persona se infecta. Los niños pequeños infectados son los más
propensos a desarrollar infecciones crónicas, mientras que en los adultos el 25%
con infección crónica adquirida en la
infancia mueren de cáncer de hígado y el 90% de los adultos sanos infectados se
recuperarán y estarán totalmente librado del virus dentro de los seis meses. La infección crónica es común en personas con
inmunodeficiencia. Los individuos con
infección crónica pueden o no tener el antecedente de hepatitis clínica.
Una
serie de análisis de sangre están disponibles para diagnosticar y controlar a
las personas con hepatitis B. Se pueden
utilizar para distinguir las infecciones agudas y crónicas. El diagnóstico de laboratorio se realiza por
la detección del antígeno de superficie de la hepatitis B (HBsAg). Una prueba positiva, indica que la persona
tiene una infección activa (aguda o crónica) y pueden transmitir la infección.
No
existe un tratamiento específico para la hepatitis B, está dirigido a mantener
el bienestar y el equilibrio nutricional adecuado, incluyendo el reemplazo de
los líquidos perdidos por el vómito y la diarrea.
En
julio de 2011, 179 países vacunan a los lactantes contra la hepatitis B como
parte de sus programas de vacunación, desde 1992, año en que la Asamblea
Mundial de la Salud aprobó una resolución que recomienda la vacunación mundial
contra la hepatitis B. Asimismo, la OMS
organiza el Día Mundial de la Hepatitis el 28 de julio de cada año para
aumentar el conocimiento y la comprensión de la hepatitis viral.
Al
detectar un caso de Hepatitis B, se debe informar a la autoridad local de
salud, tomar precauciones universales para evitar la exposición a sangre y
líquidos corporales, desinfección continua y constante del equipo contaminado
con sangre y líquidos corporales, no se recomienda la cuarentena, se deben
inmunizar los contactos y realizar la investigación de los contactos y la
fuente de infección.
Ante cualquier duda consulte a su médico, quién es el profesional idóneo en el área de la salud.
Cortesía de www.housinfronteras.or.ar |
La
hepatitis B es una infección potencialmente mortal del hígado causada por el
virus de la hepatitis B. Se trata de un
importante problema de salud global y el tipo más grave de hepatitis viral. Puede causar enfermedad hepática crónica y
pone a las personas en alto riesgo de muerte.
Hacia
1965 Blumberg y colaboradores identificaron un extraño antígeno en el suero de
un paciente australiano que padecía de hemofilia y que había recibido múltiples
transfusiones, además lo observaron en pacientes leucémicos. Otro grupo de investigadores, a finales de la
década de los 60, lo demostraron en pacientes con enfermedad de Hodkin y con
síndrome de Dawn, internado en instituciones, así como el personal militar
reclutado. Sin embargo, no fue hasta
1968 que Okochi, Murakami y Prince confirmaron la relación entre el antígeno
Australia con la hepatitis viral. Hasta
1970, en tres diversas publicaciones, se establece la relación definitiva del
mencionado antígeno con hepatitis tipo B.
Son
sinónimos de la hepatitis vírica B: hepatitis sérica, hepatitis por suero
homólogo, hepatitis de incubación prolongada, hepatitis postransfusión,
ictericia postvacunal, etc.
Estructura del virus de la hepatitis B |
Su
agente infeccioso es el virus de la hepatitis B, que es un hepadnavirus de ADN
de doble cordón, que mide aproximadamente 42 nanómetros.
A
nivel mundial, se estima que 2 000 millones de personas han sido infectadas con
el virus de la hepatitis B y más de 240 millones tienen infecciones, a largo
plazo, crónicas del hígado. Alrededor de 600,000 personas mueren cada año
debido a las consecuencias agudas o crónicas de la hepatitis B. Puede ser la
causa hasta de 80% de carcinoma hepatocelular en todo el mundo y ocupa el
segundo lugar entre los agentes productores de cáncer humanos conocidos,
después del tabaco.
Su
distribución es mundial, la hepatitis B es endémica en China y otras partes de
Asia. Las altas tasas de infecciones
crónicas también se encuentran en el Amazonas y las regiones del sur de Europa
oriental y central.
El
reservorio es el ser humano. Los
chimpancés son susceptibles, pero no se ha identificado un reservorio animal en
la naturaleza. Se han detectado
hepadnavirus muy similares en las marmotas, patos y otros animales; ninguno
causa enfermedad en los seres humanos.
Virus de la hepatitis B se transmite entre
personas a través del contacto de sangre con sangre directa o semen y el flujo
vaginal de una persona infectada. Los
modos de transmisión son los mismos que aquellos para el virus de la
inmunodeficiencia humana (VIH), pero el virus de la hepatitis B es 50 a 100
veces más infeccioso. A diferencia del VIH, el virus de la hepatitis B puede
sobrevivir fuera del cuerpo durante al menos siete días. Durante este tiempo,
el virus todavía puede causar infección si entra en el cuerpo de una persona
que no está protegido por la vacuna. Relativo
a las relaciones sexuales predomina la transmisibilidad de hombre a mujer, y el
coito anal, penetrante o receptivo, se asocia con mayor peligro de infección.
En
los países en desarrollo, los modos comunes de transmisión son:
Cortesía de enfermedadsdtransmision sexual.blogspot.com |
- perinatal (de madre a hijo en el nacimiento)
- infecciones de la primera infancia (infección asintomática por contacto directo con convivientes infectados)
- prácticas de inyección no seguras
- transfusiones de sangre contaminada
- contacto sexual sin protección.
En muchos países desarrollados (por ejemplo, los de Europa occidental y América del Norte), los patrones de transmisión son diferentes, la mayoría de las infecciones entre adultos jóvenes se da por la actividad sexual y uso de drogas inyectables. La hepatitis B es un importante riesgo laboral para los trabajadores de la salud. El virus de la hepatitis B no se transmite por alimentos o agua contaminada, y no se puede transmitir casualmente en el lugar de trabajo. En ocasiones se han detectado brotes originados en salas donde se hacen tatuajes y acupuntura.
El
período de incubación del virus de la hepatitis B es de 90 días en promedio,
pero puede variar entre 30 y 180 días. El
virus se puede detectar 30 a 60 días después de la infección y persiste por
períodos variables de tiempo.
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La
mayoría de las personas no experimentan síntomas durante la fase de infección
aguda. Menos del 10% de los niños y el
30 al 50% de los adultos tendrán ictericia.
Sin embargo, algunas personas tienen una enfermedad aguda con síntomas
que duran varias semanas, como coloración amarillenta de la piel y los ojos
(ictericia), orina oscura, fatiga extrema, náuseas, vómitos, pérdida del
apetito, molestias abdominales vagas y dolor abdominal, a veces, artralgias y
erupciones. La fiebre puede ser leve o
no presentarse. En algunas personas,
puede causar una enfermedad crónica del hígado que desemboque en cirrosis y
cáncer de esta glándula.
Cortesía de www.medicinaaunsa.edu.pe |
Cortesía de es.made-in-china.com |
Otras
pruebas comúnmente utilizadas se incluyen los siguientes:
- las pruebas de anticuerpos contra el antígeno de superficie de la hepatitis B (anti-HBs): una prueba positiva indica que la persona se ha recuperado bien de una infección aguda y eliminado el virus, o ha recibido una vacuna contra la hepatitis B. La persona es inmune a futuras infecciones y ya no es contagiosa.
- las pruebas de anticuerpos contra el antígeno central de la hepatitis B (anti-HBc): una prueba positiva indica que la persona ha tenido una infección reciente o una infección en el pasado. Combinado con un resultado positivo para el antígeno de superficie de la hepatitis B indica, por lo general, una infección crónica.
Cortesía de www.medicinapreventiva.com.ve |
Algunas
personas con hepatitis B crónica se puede tratar con medicamentos, como
interferón y antivirales. El tratamiento puede costar miles de dólares al año y
no está disponible para la mayoría de personas en los países en desarrollo.
El
cáncer de hígado es casi siempre fatal y con frecuencia se desarrolla en las
personas a una edad en que son más productivos y tienen responsabilidades
familiares. En los países en desarrollo dichos
pacientes mueren a los pocos meses del diagnóstico. En los países de ingresos altos, la cirugía y
la quimioterapia pueden prolongar la vida unos pocos años. Las personas con cirrosis a veces se les
realizan trasplantes de hígado con mayor o menor éxito.
La
vacuna contra la hepatitis B es la base de la prevención. La OMS
recomienda que todos los niños reciban la vacuna. La vacuna se administra en tres o cuatro
dosis separadas, como parte del calendario vacunal. En las zonas donde la
propagación de la madre al niño del virus es común, la primera dosis de la
vacuna se debe administrar tan pronto como sea posible después del nacimiento
(es decir, dentro de las 24 horas). El
esquema de vacunación completa induce anticuerpos protectores en más del 95% de
los lactantes, niños y adultos jóvenes. La protección dura al menos 20
años y es, posiblemente, de toda la vida.
Todos los niños y adolescentes menores de 18 años no vacunados
previamente deben recibir la vacuna.
Las
personas en los grupos de alto riesgo deben ser vacunadas, incluyendo:
- personas con comportamientos sexuales de alto riesgo
- socios y los contactos familiares de personas infectadas
- usuarios de drogas inyectables
- personas que con frecuencia requieren sangre o productos sanguíneos
- receptores de trasplante de órgano sólido
- personas con riesgo laboral de infección por el virus, incluyendo los trabajadores de la salud
- que viajan a países con altas tasas de hepatitis B.
Cortesía de www.who.int |
Cortesía de m.vanguardia.com |
Ante cualquier duda consulte a su médico, quién es el profesional idóneo en el área de la salud.
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