Artículo publicado en el periódico El Informe de David Vol. 2 No. 44 - Edición impresa.
Panamá-Chiriquí, sábado 1 de septiembre de 2012.
http://www.elinformedavid.com/
Por: Dr. Danilo Antonio Castillo G.
Conocida también como
oxiuriasis. Es una infestación
intestinal común por helmintos (gusano intestinal) del género y especie Enterobius
vermicularis. Es un parasito conocido
desde épocas remotas, de distribución mundial, que afecta a personas de todas
las clases socioeconómicas. Su
prevalencia es mayor en los escolares, algo menos en los preescolares y más
baja en los adultos, excepto en las madres de niños infectados. La prevalencia es grande en instituciones de
cuidado (asilos, orfanatos, etc.), grupos de personas que viven hacinadas,
escuelas y cuarteles.
Es un nematodo en forma
de huso en cuyo extremo cefálico (cabeza) está la boca. El macho mide de 3 a 5 milímetros de
longitud por 0.1 a 0.2 milímetros en su
porción más gruesa. La hembra es de
mayor tamaño, mide de 8 a 16 milímetros por 0.3 a 0.5 milímetros de grosor.
Cada hembra fecundada puede depositar entre 5,000 a 16,000 huevos.
El reservorio (población
de seres vivos que aloja de forma crónica el germen de una enfermedad, la cual
puede propagarse como epidemia) son los seres humanos. Los huevos infectantes pueden ser
transmitidos directamente por las manos de la misma persona o de otra persona.,
o de manera indirecta a través de prendas de vestir, ropa de cama, alimentos u
otros artículos contaminados. Los huevos
se vuelven infectantes a las pocas semanas de haber sido depositado en el ano
por las hembras, fuera del huésped, pueden sobrevivir menos dos semanas. Las larvas de los huevos ingeridos son
liberadas en el intestino delgado; los vermes jóvenes maduran en el ciego y las
porciones superiores del colon en aproximadamente 2 semanas. Los machos y hembras copulan, estas se hacen
grávidas (embarazan) rápidamente pudiendo emigrar desde el recto a orificios
vecinos.
La molestia que más se
presenta es la picazón perianal durante la noche. Es común que los niños infestados padezcan de
insomnio e irritabilidad y otra infección de la piel por rascado. También hay pérdida del apetito y de peso, inestabilidad
emocional y malestar general. Otros
signos y síntomas que se han mencionado es la picazón nasal, rechinido de
dientes, orinarse de forma involuntaria y apendicitis. Otras manifestaciones clínicas incluyen la
vulvovaginitis, salpingitis, y granulomas (tumoraciones) de la pelvis y del
hígado.
Se diagnostica más
fácilmente mediante la aplicación de una cinta adhesiva transparente en la piel
perianal para adherir los huevos, posteriormente se adhiere la cinta a una
lámina y se examina al microscopio. Algunas
veces la madre orienta el diagnóstico pues al estar el niño con intensa picazón
perianal, al revisarlo, observa el parasito.
Entre las medidas
preventivas tenemos la educación a la población concerniente a la higiene
personal, en particular el lavado de manos antes de preparar e ingerir
alimentos, mantener uñas cortas, no
rascarse la región anal ni morderse las uñas, baño diario matutino de pie con cambios
frecuentes de ropa: interior, para dormir y sabanas limpias. Reducción del hacinamiento en las
viviendas, provisión de adecuadas
letrinas y manteniendo limpias las instalaciones sanitarias.
Al paciente que se le
diagnostique enterobiasis se deben aplicar las medidas preventivas antes mencionadas,
utilizar ropa cerrada para dormir y lavar la ropa de cama con agua caliente. El tratamiento con medicamentos debe
repetirse 2 semanas después, siendo conveniente el tratamiento simultáneo de
toda la familia si varios de sus miembros están infestados.
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