Artículo publicado en el periódico El Informe de David Vol. 2 No. 60 y 61 - Edición impresa.
Panamá-Chiriquí, viernes 21 y 28 de diciembre de 2012.
http://www.elinformedavid.com/
Por: Dr. Danilo Antonio Castillo G.
El paludismo es causado
por parásitos del género Plasmodium que se transmiten al ser
humano por la picadura de mosquitos hembras infestados del género Anopheles,
los llamados vectores (transmisores) del paludismo, que pican sobre todo entre
el anochecer y el amanecer.
El parásito pasa a la
hembra de Anopheles cuando, para obtener la sangre que
necesita para alimentar a sus huevos, el mosquito pica a una persona infectada.
El parásito se desarrolla y reproduce
en el interior del mosquito, y cuando éste pica a otra persona, pasa mezclado
con saliva a la sangre de la persona que ha sufrido la picadura. El parásito del paludismo se multiplica
rápidamente, primero en el hígado y luego en los glóbulos rojos de la persona
afectada. Una o dos semanas después de
sufrir la infestación, aparecen los primeros síntomas del paludismo: en general
fiebre, dolor de cabeza, escalofríos y vómitos.
Si no se trata de inmediato con los medicamentos adecuados, el paludismo
puede causar la muerte por destrucción de los glóbulos rojos y obstrucción de
los capilares que llevan sangre al cerebro y otros órganos vitales.
La confirmación del
diagnóstico se hace por la demostración del parasito de paludismo en frotis de
sangre y la gota gruesa sanguínea.
Hay dos formas de
control de los vectores que son eficaces en circunstancias muy diversas:
Es una parasitosis
caracterizada por episodios febriles típicos, precedidos por calosfríos
intensos que terminan con sudores, producida por un parasito infestante. Es conocido con los nombres de malaria,
fiebre intermitente, fiebre de los pantanos, fiebre palustre, etc.
Es una de las
enfermedades que ha padecido el hombre desde las fechas más remotas,
encontrándose citada en documentos literarios antiguos de la escritura china y los papiros
egipcios. La Roma antigua realizó las
descripciones más completas a través de sus escritores Marcos Terrencio Varron
y Columela, quienes asociaron la propagación del paludismo con la existencia
del mosquito en el siglo I a.C. En 1631
Juan de Vega utilizó la infusión de la corteza de la quina para tratar y curar
la malaria. En 1880, Laveran descubrió
el agente causal del paludismo. En 1897
Ross, descubrió el transmisor del paludismo, el díptero (insecto) Anopheles.
Plasmodium vivax |
Hay cuatro tipos de
paludismo humano:
- Por Plasmodium falciparum;
- Por Plasmodium vivax;
- Por Plasmodium malariae;
- Por Plasmodium ovale.
Los más frecuentes son
el paludismo por P. falciparum y por P. vivax, y
el más mortal el paludismo por P. falciparum.
En los últimos años
también ha habido algunos casos humanos por P. knowlesi, un
parásito del mono que aparece en zonas boscosas de Asia Sudoriental.
Según el Informe mundial sobre el paludismo 2011,
en 2010 hubo 216 millones de casos y se produjeron unas 655 000 defunciones. La mayoría de los fallecimientos fueron de
niños que vivían en África, donde cada minuto muere un niño de paludismo, y la
enfermedad es responsable de un 22% de las muertes infantiles.
Anopheles |
La intensidad de la
transmisión depende de factores relacionados con el parásito, el vector, el
huésped humano, que es el más importante reservorio, y el medio ambiente.
Estos mosquitos se
crían en agua dulce de poca profundidad (charcos, campos de arroz o huellas de
animales). La transmisión es más intensa
en lugares donde los vectores tienen una vida relativamente larga que permite
que el parásito tenga tiempo para completar su desarrollo en el interior del
mosquito, y cuando el vector prefiere picar al ser humano antes que a otros
animales.
El paludismo es una
enfermedad febril aguda. Los síntomas
aparecen a los 7 días o más (generalmente entre los 10 y los 15 días) de la
picadura del mosquito infestivo. Si no
se trata en las primeras 24 horas, el paludismo por P. falciparum puede
agravarse, llevando a menudo a la muerte.
Los niños de zonas endémicas con enfermedad grave suelen manifestar una
o más de las siguientes presentaciones: anemia grave, sufrimiento respiratorio
relacionado con aumento de ácidos en los líquidos de la sangre o paludismo
cerebral. En el adulto también es
frecuente la afectación de diferentes
órganos. En las zonas donde el paludismo
es propio de la zona, las personas
pueden adquirir una inmunidad parcial, lo que posibilita la aparición de
infecciones sin síntomas.
En los casos de
paludismo por P. vivax o P. ovale pueden
producirse recaídas clínicas semanas o meses después de la infestación inicial,
aunque el paciente haya abandonado la zona palúdica. Estos nuevos episodios se deben a presencia de
formas hepáticas "durmientes" del parásito (inexistentes en el caso
de P. falciparum y P. malariae), y para lograr la
curación completa es obligatorio un tratamiento especial dirigido contra esas
formas hepáticas.
Prueba de Gota Gruesa |
La lucha antivectorial
es el medio principal de reducir la transmisión del paludismo en la comunidad. Se
trata de la única intervención que puede reducir la transmisión de niveles muy
elevados a niveles cercanos a cero. A
nivel individual, la protección personal contra las picaduras de los mosquitos
es la primera línea de defensa en la prevención del paludismo.
Dormir bajo mosquitero |
- Los mosquiteros tratados con insecticidas de acción prolongada son los preferidos en los programas de distribución de salud pública. La OMS recomienda la cobertura de todas las personas en riesgo; y en la mayoría de los lugares, es la forma más rentable de conseguirlo, de modo que todos los residentes en zonas con gran transmisión duerman cada noche bajo esos mosquiteros.
- La fumigación de interiores con estos insecticidas es la forma más potente de reducir rápidamente la transmisión del paludismo. Los mejores resultados se consiguen cuando se fumiga al menos el 80% de las viviendas de la zona en cuestión. La fumigación de interiores es eficaz durante tres a seis meses, dependiendo del insecticida utilizado y del tipo de superficie sobre la que se aplica. En algunos casos, el DDT puede ser eficaz durante nueve a 12 meses. Se están desarrollando insecticidas con acción residual más prolongada para la fumigación de interiores.
En la prevención del
paludismo también se pueden utilizar medicamentos. En el caso de los viajeros, la enfermedad
puede prevenirse mediante la
administración de medicamentos conocidos como quimioprofiláctico, que suprime
el estadio hemático de la infección palúdica. La OMS recomienda un tratamiento preventivo
intermitente con sulfadoxina-pirimetamina para las embarazadas que viven en
zonas de alta transmisión, durante el segundo y el tercer trimestre. Asimismo, para los lactantes que viven en
zonas de alta transmisión en África se recomienda ese mismo tratamiento en tres
dosis, que se administran en el curso de las vacunaciones sistemáticas.
La OMS recomienda que
antes de administrar el tratamiento se confirme el diagnóstico con métodos
parasitológicos (ya sean pruebas de microscopía o de diagnóstico rápido), cuyos
resultados pueden obtenerse en escasos minutos. El tratamiento basado
únicamente en la sintomatología debe reservarse para aquellos casos en los que
no sea posible el diagnóstico parasitológico.
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