Artículo publicado en el periódico El Informe de David Vol. 3 No. 68 - Edición impresa.
Panamá-Chiriquí, viernes 15 de febrero de 2013.
http://www.elinformedavid.com/
Por: Dr. Danilo Antonio Castillo G.
Es común en la consulta
médica la observación del paciente o de uno de los acompañantes con relación a
cambios en el apetito: “Doctor, he
notado que el niño a perdido el apetito”. “Doctor, desde hace días noto que mi
abuelito deja el plato igual a como se lo sirvieron”; o una cómo esta: “Doctor,
estuve de visita donde unos amigos y escuche que una embarazada la vieron
comiendo tierra”. Estos son cambios
importantes del apetito que nos obligan a investigar que lo están
ocasionando. Ante todo vamos a
relacionarnos con algunos términos y de esta forma podremos comprender lo
planteado:
Pérdida de Apetito |
- Hambre: Es el complejo de sensaciones que aparecen por la disminución de las reservas nutritivas del cuerpo.
- Apetito: Es el deseo de alimentarse.
- Hiperorexia o bulimia: Apetito exagerado.
- Hiporexia o inapetencia: Apetito disminuido.
- Anorexia: Ausencia del apetito.
- Pica: Perversión del apetito.
El hambre es una
sensación de las vísceras, mientras el apetito es un estado relativo a la
sensibilidad. La sensación de hambre
produce el impulso a comer, es decir, el apetito. No hay hambre sin apetito; pero si puede
haber apetito sin hambre.
El hambre, apetito y la
saciedad son controlados por el hipotálamo, una parte del cerebro que regula el
sistema endocrino y muchas otras funciones corporales por medio de hormonas y
péptidos como la colecistoquinina, el nivel de glucosa y ácidos grasos en
sangre, y el “neuropéptido Y” entre
otros.
Las alteraciones de la
calidad del apetito que llegan al grado de ser consideradas como perversiones
son conocidas como “pica” las cuales pueden ser influenciadas por factores
psicológicos y culturales. La deficiencia
en hierro puede dar lugar a este fenómeno que presentan algunas embarazadas.
Se presenta hiporexia o
anorexia en:
- Todos los estados infecciosos y febriles
- Afecciones digestivas: gastritis atrófica (falta de desarrollo de la capa que protege al estómago), cáncer de estomago, cáncer del páncreas, enfermedades agudas y crónicas del hígado, cáncer en algún segmento del aparato digestivo.
- Intoxicaciones exógenas: alcoholismo, tabaquismo, fármacos (digoxina, anfetaminas, metronidazol, agentes quimioterápicos, etc.)
- Intoxicaciones endógenas: cetosis diabética (estado en que el diabético por inexistencia o deficiencia de insulina utiliza las grasas del organismo como fuente de energía y los subproductos del metabolismo de estas, cetonas, se acumulan en el cuerpo), uremia crónica (conjunto de signos y síntomas ocasionado por acumulación de productos tóxicos en sangre que por trastornos de la función renal son retenidos).
- Radioterapia.
- Enfermedades endócrinas: insuficiencia hipofisiaria, insuficiencia tiroidea (hipotiroidismo), insuficiencia suprarrenal.
- Trastornos psíquicos: anorexia nerviosa, depresión.
- Enfermedades Cancerígenas.
- Predilección de alimentos de alto contenido calórico o ingesta de los mismos antes de las principales comidas (el niño y las golosinas).
Se presenta bulimia, hiperorexia
o polifagia en:
- Trastornos digestivos: úlcera péptica, parasitosis intestinales.
- Trastornos digestivos y metabólicos: diabetes mellitus (en especial en sus fases iniciales), niveles bajo de glucosa en sangre, obesidad, hipertiroidismo, acromegalia (enfermedad crónica en la cual los tejidos corporales se agrandan con el tiempo por demasiada hormona de crecimiento), trastornos nerviosos y psíquicos.
- Fármacos: Esteroides, insulina, hipoglucemiantes orales (algunos medicamentos que se ingieren por boca para el tratamiento de la diabetes), ciproheptadina (antihistamínico utilizado para estimular el apetito).
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