Artículo publicado en el periódico El Informe de David Vol. 3 No.109 - Edición impresa.
Panamá-Chiriquí, viernes 29 de noviembre de 2013.
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Por: Dr. Danilo Antonio Castillo G.
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En
la consulta no es extraño que un paciente refiera que le duele el ojo,
inclusive, dándole una explicación tentativa a su síntoma. Como facultativos es importante iniciar la
investigación de las probables causas del mismo hasta alcanzar el diagnóstico o
referir al especialista para su adecuado tratamiento. El dolor ocular es el resultado de estímulos
dolorosos transmitidos principalmente por las fibras sensitivas del V par
craneal (rama del nervio trigémino). El
dolor ocular se puede describir como una sensación urente (quemante), pulsátil,
dolorosa o lacerante (que produce intenso sufrimiento) ubicada en o alrededor
del ojo. También se puede sentir como si
tuviera algo alojado en el ojo (sensación de cuerpo extraño). Dichos estímulos pueden partir de las
estructura del mismo ojo o de estructuras vecinas. Entre las causas más importante y serias del
dolor ocular se encuentran la uveítis (inflamación del iris, cuerpo ciliar y la
coroides) y el glaucoma (aumento de la
presión dentro del ojo con la consiguiente alteración de la capacidad visual). También se le puede llamar oftalmalgia o
dolor en los ojos.
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Los
padecimientos que pueden producir dolor ocular son los siguientes:
traumatismos, procesos inflamatorios de la órbita y tendones, inflamación de la
capa superficial del hueso adyacentes al ojo, infección de la piel de los
parparos (celulitis), conjuntivitis aguda, inflamación de los parparos,
problemas con los lentes de contacto, orzuelos, cirugías de los ojos, formación
de trombos en el seno cavernoso (componente del sistema venoso dentro del
cráneo), tumores de la órbita y el ojo, cuerpos extraños, inflamación y/o
úlcera de la córnea, inflamación de la esclerótica, jaquecas oftálmicas y otras
cefaleas de origen en vasos sanguíneos, inflamación del nervio trigémino,
herpes zoster del nervio trigémino en su rama que inerva al ojo, en lo defectos
de refracción ocular (necesidad de lentes), sinusitis, fiebre, quemadura de los
ojos, trastornos psicológicos, etc. Es uno de los primeros síntomas de la
influenza y el dengue.
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El
dolor ocular a menudo se asocia a fatiga intensa con o sin uso excesivo de los
ojos y se reportan casos de verdadero dolor ocular en pacientes que utilizan
por primera vez sus anteojos bifocales.
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Ante
la presencia de un dolor ocular se recomienda recostarse, descanse y cierre los
parparos por un tiempo hasta que se sienta aliviado; en caso de utilizar lentes
de contacto, retírelos y use sus anteojos por algunos días para ver si el dolor
desaparece. Pese a estas
recomendaciones, el dolor persiste o es intenso, localice a su médico que es
personal idóneo en su salud.