Artículo publicado en el periódico El Informe de David Vol. 2 No. 42 - Edición impresa.
Panamá-Chiriquí, sábado 18 de agosto de 2012.
http://www.elinformedavid.com/
Por: Dr. Danilo Antonio Castillo G.
Conocida también como
tricuriasis. Es una enfermedad
parasitaria producida en el hombre por el nematodo (gusanos cilíndricos de
simetría bilateral y radial, no segmentados) Trichuris trichiura. Es un gusano en forma de látigo, cuyo cuerpo
en sus tres quintas partes anteriores tiene forma de hilo, correspondiendo esta
porción a la cabeza. Es resto es grueso
y de forma de huso, mide aproximadamente 2 milímetros de diámetro. El macho puede medir de 3.0 a 4.5 centímetros y la hembra 3.5 a
5.0 centímetros.
Trichuris trichiura |
El gusano se le puede encontrar en el
intestino grueso (ciego y apéndice intestinal), pero en infecciones severas se
le puede encontrar en cualquier parte del colón y en íleon del intestino
delgado. Estos parásitos se adhieren
firmemente a la mucosa intestinal por medio de su porción cefálica ocasionando
lesiones que pueden constituir la puerta de entrada a infecciones bacterianas.
Su modo de transmisión
es indirecto, particularmente por la ingestión de tierra (pica) o de verduras
contaminadas; no se transmite directamente de una persona a otra. Los huevos expulsados con la materia fecal,
si sus condiciones de sobrevivencias son favorables, en aproximadamente diez a
catorce días, como mínimo, se tornan
infectantes. La parasitosis se inicia
con la ingestión de huevos presentes en los alimentos contaminados. En el intestino delgado se digieren sus
cubiertas protectoras y emerge una larva que penetra las criptas glandulares. Posteriormente pasa al intestino grueso, que
es su habitad definitivo, se convierte en gusano adulto y comienza la
fecundación. La hembra puede poner
diariamente entre 5000 a 7000 huevos. Su
período de incubación es indefinido, y en los portadores asintomáticos no
tratados su período de transmisibilidad puede ser de varios años.
Es de distribución
mundial especialmente en regiones cálidas y húmedas. El parasito invade al organismo en cualquier
edad de la vida (susceptibilidad universal), pero en los niños se conocen los
casos más severos. El reservorio natural
es el hombre, pues los tricocéfalos de animales no lo infectan.
La mayoría de los
cuadros de tricocefalosis son asintomáticos, pasando inadvertido hasta la
realización de la prueba en heces. Cuando
hay gusanos en mediana cantidad las manifestaciones clínicas son vagas:
nerviosismo, dolor de cabeza, dificultad para conciliar el sueño, debilidad y
perdida del apetito, dolor abdominal alto del lado derecho, vómitos y
distención del abdomen. Si la infestación
es masiva: diarrea crónica, pudiendo ser sanguinolentas, deseo de seguir
evacuando, anemia, perdida de peso y prolapso rectal (salida del recto por el
ano).
El diagnostico se hace
por la demostración de los huevos de los parásitos en las heces o por la
observación sigmoidoscópica (mediante un instrumento para la visualización del
intestino grueso) de los parásitos adheridos a la pared de la porción inferior
del colon.
Entre las medidas de
control destacan las medidas preventivas que consiste en educar a todos los
miembros de la familia, en especial los niños, en el uso de los retretes,
contar con instalaciones adecuadas para eliminar las heces, fomentar hábitos de
higiene apropiados, en especial el lavado meticuloso de las manos antes de
manipular alimentos y lavado minucioso de las verduras u otros alimentos que
puedan estar contaminados con ella.
Un paciente diagnosticado con tricocefalosis
debe recibir tratamiento médico y la revisión de las heces a todos los miembros
sintomáticos de la familia, sus contactos y los niños con que juega.
No hay comentarios:
Publicar un comentario