sábado, 25 de agosto de 2012

Ascariasis


Artículo publicado en el periódico El Informe de David Vol. 2 No. 43 - Edición impresa.
Panamá-Chiriquí, sábado 25 de agosto de 2012.
http://www.elinformedavid.com/
Por: Dr. Danilo Antonio Castillo G.


Ascaris lumbricoides
Conocida también por ascaridiasis.  Es una parasitosis del intestino delgado adquirida mediante la ingestión de tierra o alimentos crudos contaminados de los huevos larvados del Ascaris Lumbricoides. 
Los griegos lo conocían como Elminsstrongyle y los romanos como Lumbricus teres, es decir que aparentemente no lo distinguían de la lombriz de tierra.  Fue estudiado con precisión a mediados del siglo XIX, por Mosler, Leuckart, Steward, Lutz y los hermanos Koino.  Conocido como el gran gusano redondo que afecta a los seres humanos.
Su distribución es común y extendida por todo el mundo, con mayor frecuencia en los países tropicales húmedos.  Su reservorio es el ser humano y la transmisión se hace más bien en zonas aledañas al hogar en donde las evacuaciones al aire libre contaminan el área.  Sus formas adultas pueden vivir 12 meses y la hembra puede producir más de 200,000 huevos por día.
Es un gusano alargado y de forma de cilindro.  El macho es más pequeño que la hembra, mide de 15 a 30 centímetros de longitud por 2 a 4 milímetros de diámetro; mientras que la hembra mide de 20 a 40 centímetros de longitud por 4 a 5 milímetros de diámetro.
Los huevos llegan al suelo en las heces y después pasan a una fase embrionaria de desarrollo, en las temperaturas cálidas del verano se vuelven infestantes después de 2 a 3 semanas.  Los huevos maduran en el intestino, las larvas penetran en la pared intestinal y llegan a los pulmones por medio del aparato circulatorio.  Luego crecen y se desarrollan en los pulmones; de 9 a 10 días de la infestación pasan a los alveolos, ascienden a la tráquea y son deglutidas para llegar al intestino delgado, de 14 a 20 días después de la infestación, en donde crecen hasta madurar, aparearse y comenzar su posturas de huevo de 45 a 60 días después de la ingestión de los huevos embrionados. 
El primer signo de reconocimiento de la infestación suele ser la expulsión de gusanos vivos con las heces, por la boca, el ano o la nariz.  Las manifestaciones pulmonares se caracterizan por tos, sibilancia, fiebre, eosinofilia y se pueden apreciar infiltrados pulmonares en las radiografías.  El gran número de parásitos puede agravar la deficiencia nutricional.  Entre las complicaciones graves y a veces mortales figura la obstrucción intestinal por un gran cúmulo de gusanos, especialmente en los niños, o la obstrucción de las viseras huecas como el conducto biliar, el conducto pancreático o el apéndice por uno o más gusanos adultos.
El diagnóstico se realiza por la observación de los huevos en las heces, la expulsión del ascárides adultos por algunos de los orificios previamente citados, en el intestino por técnicas radiológicas y ultrasonográficas;  las larvas las podemos confirmar en el esputo, cuando el pulmón es afectado, y en el material de lavado gástrico.
Dentro de las medidas preventivas tenemos: educar a todas las personas en empleo de retretes, construcción de letrinas en las zonas rurales, enseñar a los niños hábitos de higiene satisfactorio, y en particular enseñarles a lavarse las manos antes de comer y manipular alimentos, proteger los alimentos de la suciedad.
El manejo del paciente hay que identificar la fuente de infección e investigación de los contactos para identificar a las personas que deben recibir tratamiento indicado por facultativo idóneo.


sábado, 18 de agosto de 2012

Tricocefalosis


Artículo publicado en el periódico El Informe de David Vol. 2 No. 42 - Edición impresa.
Panamá-Chiriquí, sábado 18 de agosto de 2012.
http://www.elinformedavid.com/
Por: Dr. Danilo Antonio Castillo G.


Trichuris trichiura
Conocida también como tricuriasis.  Es una enfermedad parasitaria producida en el hombre por el nematodo (gusanos cilíndricos de simetría bilateral y radial, no segmentados) Trichuris trichiura.  Es un gusano en forma de látigo, cuyo cuerpo en sus tres quintas partes anteriores tiene forma de hilo, correspondiendo esta porción a la cabeza.  Es resto es grueso y de forma de huso, mide aproximadamente 2 milímetros de diámetro.  El macho puede medir  de 3.0 a 4.5 centímetros y la hembra 3.5 a 5.0 centímetros.
 El gusano se le puede encontrar en el intestino grueso (ciego y apéndice intestinal), pero en infecciones severas se le puede encontrar en cualquier parte del colón y en íleon del intestino delgado.  Estos parásitos se adhieren firmemente a la mucosa intestinal por medio de su porción cefálica ocasionando lesiones que pueden constituir la puerta de entrada a infecciones bacterianas.
Su modo de transmisión es indirecto, particularmente por la ingestión de tierra (pica) o de verduras contaminadas; no se transmite directamente de una persona a otra.  Los huevos expulsados con la materia fecal, si sus condiciones de sobrevivencias son favorables, en aproximadamente diez a catorce días,  como mínimo, se tornan infectantes.  La parasitosis se inicia con la ingestión de huevos presentes en los alimentos contaminados.  En el intestino delgado se digieren sus cubiertas protectoras y emerge una larva que penetra las criptas glandulares.  Posteriormente pasa al intestino grueso, que es su habitad definitivo, se convierte en gusano adulto y comienza la fecundación.  La hembra puede poner diariamente entre 5000 a 7000 huevos.  Su período de incubación es indefinido, y en los portadores asintomáticos no tratados su período de transmisibilidad puede ser de varios años.
Es de distribución mundial especialmente en regiones cálidas y húmedas.  El parasito invade al organismo en cualquier edad de la vida (susceptibilidad universal), pero en los niños se conocen los casos más severos.  El reservorio natural es el hombre, pues los tricocéfalos de animales no lo infectan.
La mayoría de los cuadros de tricocefalosis son asintomáticos, pasando inadvertido hasta la realización de la prueba en heces.  Cuando hay gusanos en mediana cantidad las manifestaciones clínicas son vagas: nerviosismo, dolor de cabeza, dificultad para conciliar el sueño, debilidad y perdida del apetito, dolor abdominal alto del lado derecho, vómitos y distención del abdomen.  Si la infestación es masiva: diarrea crónica, pudiendo ser sanguinolentas, deseo de seguir evacuando, anemia, perdida de peso y prolapso rectal (salida del recto por el ano).
El diagnostico se hace por la demostración de los huevos de los parásitos en las heces o por la observación sigmoidoscópica (mediante un instrumento para la visualización del intestino grueso) de los parásitos adheridos a la pared de la porción inferior del colon.
Entre las medidas de control destacan las medidas preventivas que consiste en educar a todos los miembros de la familia, en especial los niños, en el uso de los retretes, contar con instalaciones adecuadas para eliminar las heces, fomentar hábitos de higiene apropiados, en especial el lavado meticuloso de las manos antes de manipular alimentos y lavado minucioso de las verduras u otros alimentos que puedan estar contaminados con ella.
 Un paciente diagnosticado con tricocefalosis debe recibir tratamiento médico y la revisión de las heces a todos los miembros sintomáticos de la familia, sus contactos y los niños con que juega.




sábado, 11 de agosto de 2012

Gripe estacional (III parte)

Artículo publicado en el periódico El Informe de David Vol. 2 No. 41 - Edición impresa.
Panamá-Chiriquí, sábado 11 de agosto de 2012.
http://www.elinformedavid.com/
Por: Dr. Danilo Antonio Castillo G.

Vacunación Antigripal 
En la anterior entrega presentamos una breve estadística de nuestra provincia, la tipificación de los virus de la gripe estacional, su cuadro clínico, complicaciones y modo de transmisión; en esta finalizaremos indicando los medicamentos con que se cuentan, su conducta epidemiológica por regiones y la forma más eficaz de prevención.
Algunos países disponen de antivíricos que son eficaces para prevenir y tratar la gripe. Estos fármacos pueden ser de dos clases: 1) adamantanos (amantadina y rimantadina), y 2) inhibidores de la neuraminidasa del virus de la gripe (oseltamivir y zanamivir).  Algunos virus de la gripe se vuelven resistentes a los antivíricos, lo cual limita la eficacia del tratamiento.  La OMS vigila la sensibilidad de los virus gripales circulantes a los antivíricos.
Las epidemias de gripe se repiten anualmente, durante el otoño y el invierno en las regiones templadas.  La enfermedad es causa de hospitalización y muerte, sobre todo en los grupos de alto riesgo (niños pequeños, ancianos y enfermos crónicos).  Estas epidemias anuales causan unos 3 a 5 millones de casos de enfermedad grave y unas 250 000 a 500 000 muertes cada año.  En los países industrializados la mayoría de las muertes asociadas a la gripe corresponden a mayores de 65 años.  En algunos países tropicales los virus de la gripe circulan durante todo el año, presentando uno o dos periodos de máxima actividad durante las estaciones lluviosas.
La gripe puede causar graves problemas económicos y de salud pública.  En los países desarrollados, las epidemias pueden causar gran absentismo y ausentismo laboral, y pérdidas de productividad.  Las clínicas y los hospitales pueden verse abrumados por el gran número de enfermos que acuden a ellos durante los periodos de máxima actividad de la enfermedad.  Aunque la mayoría de los pacientes se recuperan de la gripe, muchos necesitan tratamiento hospitalario y muchos mueren cada año por esta causa.  Los conocimientos sobre los efectos de las epidemias de gripe en los países en desarrollo son escasos.
La forma más eficaz de prevenir la enfermedad y sus consecuencias graves es la vacunación.  Hace más de 60 años que se vienen utilizando vacunas seguras y eficaces.  En los adultos sanos la vacunación antigripal puede prevenir un 70% a 90% de los casos de enfermedad gripal específica, mientras que en los ancianos reduce los casos graves y las complicaciones en un 60%, y las muertes en un 80%.
La vacunación es especialmente importante en las personas que corren mayor riesgo de sufrir complicaciones de la gripe y en aquéllas que viven con pacientes de alto riesgo o que cuidan de ellos.
La OMS recomienda la vacunación anual (por orden de prioridad) en: 1) Quienes viven en residencias asistidas (ancianos o discapacitados),  2) Ancianos, 3) Personas con enfermedades crónicas y 5) Otros grupos: embarazadas, profesionales sanitarios, trabajadores con funciones sociales esenciales y niños de 6 meses a 2 años.
  La vacunación antigripal es más eficaz cuando hay una buena concordancia entre los virus vacunales y los virus circulantes.  Los virus de la gripe sufren cambios constantes, y la Red Mundial de Vigilancia de la Gripe, una alianza de Centros Nacionales de Gripe de todo el mundo, vigila los virus gripales circulantes en el ser humano.  La OMS recomienda cada año una vacuna cuya composición va dirigida hacia las tres cepas más representativas que estén circulando entonces.


sábado, 4 de agosto de 2012

Gripe estacional (II parte)

Artículo publicado en el periódico El Informe de David Vol. 2 No. 40 - Edición impresa.
Panamá-Chiriquí, sábado 4 de agosto de 2012.
http://www.elinformedavid.com/
Por: Dr. Danilo Antonio Castillo G.


Virus de la gripe
En mi primera entrega definí la gripe en general, describí un breve resumen histórico e indiqué el agente causal.  Continuaremos con información más concerniente a la gripe estacional.
En nuestra provincia los cuadros reportados  por grupos de edades se notificaron de la siguiente forma:
Recién nacidos hasta los 4 años de edad:
  • Para el año 2004, 2334 casos de influenza por virus no especificados.
  • Para el año 2008, 5289 casos de influenza (gripe) y neumonía.
  • Para el año 2009, 2392 casos de influenza con otras manifestaciones respiratorias de virus no especificado.

En el grupo de 20 a 59 años de edad: Para el año 2007, 3214 casos de influenza (gripe) y neumonías.
En el grupo de 60 y más años:
  • Para el año 2007, 1019 casos de influenza (gripe) y neumonía.
  • Para el año 2008, 860 casos de influenza con otras manifestaciones respiratorias de virus no especificado.


La gripe estacional es una infección vírica aguda causada por un virus gripal.  Hay tres tipos de gripe estacional: A, B y C.  Los virus gripales de tipo A se clasifican en subtipos en función de las diferentes combinaciones de dos proteínas de la superficie del virus (proteína H y proteína N).  Entre los muchos subtipos de virus gripales A, en la actualidad están circulando en el ser humano virus de los subtipos A (H1N1) y A (H3N2).  Los virus de la gripe circulan por todo el mundo.  Los casos de gripe C son mucho menos frecuentes que los de gripe A o B, y es por ello que en las vacunas contra la gripe estacional sólo se incluyen virus de los tipos A y B.

La gripe estacional se caracteriza por el inicio súbito de fiebre alta, tos (generalmente seca), dolores musculares, articulares, de cabeza y garganta, intenso malestar y abundante secreción nasal.  La fiebre y los demás síntomas suelen desaparecer en la mayoría de los casos en el plazo de una semana, sin necesidad de atención médica.  No obstante, en personas con alto riesgo, la gripe puede causar enfermedad grave e incluso la muerte.
Las epidemias anuales de gripe pueden afectar gravemente a todos los grupos de edad, pero quienes que corren mayor riesgo de sufrir complicaciones son los menores de 2 años, los mayores de 65 y las personas de todas las edades con determinadas afecciones, tales como inmunodepresión o enfermedades crónicas cardiacas, pulmonares, renales, hepáticas, sanguíneas o metabólicas (por ejemplo, la diabetes).
La gripe estacional se propaga fácilmente y puede extenderse con rapidez en escuelas, residencias asistidas o lugares de trabajo y ciudades.  Las gotículas infectadas que expulsa el paciente al toser pueden ser inspiradas por otras personas que quedan así expuestas al virus.  El virus también puede propagarse a través de las manos infectadas.  Para evitar la transmisión hay que lavarse las manos regularmente y cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo de papel al toser o estornudar.  El virus tiene la capacidad de persistir durante horas en un medio frio y con poca humedad.  Tiene un periodo de incubación de 1 a 3 días, y un periodo de transmisibilidad (desde el inicio de los síntomas hasta su capacidad de infectar) probable de 3 a 5 días, y de 7 en los niños de corta edad.