Artículo publicado en el periódico El Informe de David Vol. 2 No. 31 - Edición impresa.
Panamá-Chiriquí, sábado 2 de junio de 2012.
http://www.elinformedavid.com/
Por: Dr. Danilo Antonio Castillo G
Las Sociedades
Científicas en sus recomendaciones para la prevención de la enfermedad
coronaria utilizan estas tablas para identificar a los pacientes de alto
riesgo, prioritarios a la hora de intervenir con fármacos sobre los distintos
factores de riesgo; sin embargo existen distintas tablas y existe la
controversia de si son válidas al aplicarlas en otro tipo de poblaciones de
riesgo coronario bajo.
A nivel nacional, en
atención primaria, utilizamos tablas para aplicación en hombres y tablas para
aplicación en mujeres (independientemente a cada sexo); utilizando parámetros
que contienen rangos de edades, de
colesterol total, de HDL-colesterol, de
presión arterial sistólica (con o sin tratamiento) y si fuma o no. Cada parámetro de estos recibe una
puntuación, que sumándola a cada
paciente individual, nos dará una puntuación total que se compara
paralelamente a una escala de riesgo a los próximo 10 años. Esta última escala tiene valores que van
desde menores que 1 por ciento hasta mayores que 30 por ciento (<1% -
>30%). Como también cada galeno puede
tener programas en su equipo de computadora, la cual, le introduce los datos y
de forma instantánea le dará el resultado.
En resumen, su médico le informara cual es su posibilidad de padecer un
accidente cerebrovascular (AVC) en
los próximos 10 años, le dará las recomendaciones pertinentes, le iniciará el
tratamiento tanto preventivo como el esquema farmacológico; y le entregará las
interconsultas con los profesionales y especialistas médicos indicados para
mitigar esta peligrosa condición clínica.
Es importante recalcar que todo paciente con porcentaje igual y mayor al
10% de riesgo cardiovascular (≥10%), se le debe iniciar tratamiento con un
inhibidor de la agregación plaquetario (aspirina, clopidogrel o trifusal).
Se puede reducir la
carga de las enfermedades cardiovasculares (ECV)
ya que al menos un 80% de las muertes prematuras por cardiopatía y AVC podrían
evitarse con una dieta saludable, actividad física regular y abandono del
consumo de tabaco. Es posible reducir el
riesgo de ECV realizando actividades físicas de forma regular; evitando la
inhalación activa o pasiva de humo de tabaco; consumiendo una dieta rica en
frutas y verduras; evitando los alimentos con muchas grasas, azúcares y sal, y
manteniendo un peso corporal saludable. Existen
medicamentos eficaces y baratos para tratar prácticamente la totalidad de las
ECV (dato no tan exacto en nuestra realidad nacional).
La forma de prevenir y
controlar las ECV es a través de una acción global e integrada:
- Una acción global requiere la combinación de medidas que traten de reducir los riesgos en la totalidad de la población y de estrategias dirigidas hacia los individuos con alto riesgo o que ya padecen la enfermedad.
- Como ejemplos de intervenciones poblacionales que permiten reducir las ECV se pueden citar las políticas globales de control del tabaco, los impuestos para reducir la ingesta de alimentos ricos en grasas, azúcares y sal, la creación de vías para peatones y bicicletas con el fin de fomentar la actividad física, y el suministro de comidas saludables en los comedores escolares.
- Las estrategias integradas se centran en los principales factores de riesgo comunes a varias enfermedades crónicas tales como las ECV, la diabetes y el cáncer: dieta malsana, inactividad física y consumo de tabaco.
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