sábado, 3 de noviembre de 2012

Giardiasis (II parte)

Artículo publicado en el periódico El Informe de David Vol. 2 No. 53 - Edición impresa.
Panamá-Chiriquí, sábado 3 de noviembre de 2012.
http://www.elinformedavid.com/
Por: Dr. Danilo Antonio Castillo G.

Filtro de Agua Improvisado
En la primera entrega de este artículo ofrecí una definición, una breve reseña histórica, su distribución, su modo de transmisión, su período de incubación y su período de transmisibilidad; el cual concluiremos en esta entrega. 
Este microscópico parasito posee una fase de trofozoito y una de quiste.   En su fase de trofozoito contiene  un disco suctor (o ventosa) en su región ventral que le permite adherirse firmemente a la mucosa intestinal.  El quiste además de ser una formas de resistencia, constituye la fase infectante cuando al ser ingerido por un hospedero susceptible se desenquista en el duodeno liberando 2 trofozoitos.  Se reproducen asexualmente y los trofozoitos hijos se quedan en el intestino o son expulsados con las evacuaciones líquidas.  El parasito tiene su  hábitat en las criptas del duodeno y yeyuno, en donde se desplaza activamente ayudándose  con los movimientos flagelares hasta ponerse en contacto con la mucosa intestinal.  Los trofozoitos adosados en la mucosa intestinal actúan como barrera para la absorción de grasas, glucosa, ácido fólico, D-xilosa, vitamina B12, vitamina A y lactosa.  Además se ha encontrado el acortamiento y engrosamiento de las vellosidades intestinales e inflamación aguda de la mucosa intestinal.  La invasión de este huésped hacia la pared intestinal es de rara ocurrencia.
La giardiasis varia dentro de un espectro clínico muy amplio, que va desde los casos que presentan diarrea con pocas evacuaciones diarias sin otras manifestaciones importantes, hasta aquellos que el síndrome de malabsorción es severo y la sintomatología agregada es muy florida.  Su cuadro clínico se caracteriza por diarrea, nauseas, vómitos, dolor en área superior y central del abdomen, distensión abdominal, perdida del apetito y retardo en el crecimiento.  El cuadro diarreico pude ser agudo, crónico, autolimitado, intermitente o continuo.  Las evacuaciones contienen moco pero no sangre y ocasionalmente son de color verdosas y grasosas.  Se ha reportado invasión de Giardia a la vesícula biliar que al inflamar el sitio de salida de la bilis produce cólico y una coloración amarilla de la piel, mucosa y secreciones debido a la presencia de pigmentos biliares de la sangre.
El diagnóstico se corrobora por la identificación de los quistes y trofozoitos en las heces (coproparasitóscopicos seriados: 3 muestras en días consecutivos antes de considerarlo negativo) o de trofozoitos en el líquido duodenal o en la mucosa obtenido por biopsia de intestino delgado.  Las pruebas de enzimoinmunoánalisis (EIA) o métodos de anticuerpos fluorescentes directos, suelen ser más sensibles que la observación directa al microscopio.
Entre las medidas preventivas tenemos: 1)Educar sobre higiene personal a las familias, residentes y miembros de personal de instituciones,  sobre todo a quienes trabajan en guarderías y jardines infantiles, en cuanto a la necesidad de lavarse las manos antes de manipular alimentos y de comer, y después de defecar.  2) Filtrar el agua de abastecimiento público ante cualquier sospecha de contaminación.  3) Proteger los abastecimientos de agua contra la contaminación.  4) Eliminar las heces por medio de técnicas sanitarias.  5) En situaciones de urgencia hierva el agua.
El control del paciente, de los contactos y del medio ambiente inmediato es de importancia notificar a las autoridades locales de salud, desinfección de las heces y los artículos contaminados, examen microscópico de las heces de los miembros de la familia y de otros contactos sospechosos, y tratamiento específico a los sintomáticos y portadores identificados.


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