sábado, 4 de febrero de 2012

Obesidad y sobrepeso (II parte)

Artículo publicado en el periódico El Informe de David Vol. 2 No. 14 - Edición impresa.
Panamá-Chiriquí, sábado 4 de febrero de 2012.
http://www.elinformedavid.com/
Por: Dr. Danilo Antonio Castillo G.
Datos y cifras según la OMS:
  1. Desde 1980, la obesidad se ha más que doblado en todo el mundo.
  2. En 2008, 1500 millones de adultos (de 20 y más años) tenían sobrepeso. Dentro de este grupo, más de 200 millones de hombres y cerca de 300 millones de mujeres eran obesos.
  3. El 65% de la población mundial vive en países donde el sobrepeso y la obesidad se cobran más vidas de personas que la insuficiencia ponderal (bajo peso).
  4. Nuestra provincia reportó 857 casos de obesidad no especificada para el año 2008.
  5. En 2010, alrededor de 43 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso. (35 millones proceden de los países en desarrollo, mientras que el 8 % corresponden a países desarrollados).
  6. El sobrepeso y la obesidad son el quinto factor principal de riesgo de defunción en el mundo.
  7. Cada año fallecen por lo menos 2,8 millones de personas adultas como consecuencia del sobrepeso o la obesidad.
  8. Además, el 44% de la carga de diabetes, el 23% de la carga de cardiopatías isquémicas y entre el 7% y el 41% de la carga de algunos cánceres son atribuibles al sobrepeso y la obesidad.
  9. En general, más de una de cada 10 personas de la población adulta mundial eran obesas.
  10. La obesidad puede prevenirse.
Si bien el sobrepeso y la obesidad, tiempo atrás eran considerados un problema propio de los países de ingresos altos, actualmente ambos trastornos están aumentando en los países de ingresos bajos y medianos; en particular en los entornos urbanos.
El sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud.  El índice de masa corporal (IMC) es un indicador simple de la relación entre el peso y la talla que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos. Se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2).  Por ejemplo, si una persona mide 1.70 metros de altura y pesa 75 kilogramos, se procede matemáticamente a multiplicar 1.7 metros por 1.7 metros esto nos da un producto de 2.89 metros cuadrados; luego se procede a realizar una división utilizando el peso como dividendo (75 kg) y la talla al cuadrado como divisor (75÷2.89); esto nos da un cociente de (resultado) 25.95; el cual sería el índice de masa corporal de esta persona.
La definición de la Organización Mundial de la Salud es la siguiente:
  1. Un IMC igual o superior a 25 determina sobrepeso.
  2. Un IMC igual o superior a 30 determina obesidad.

Para fines clínicos, toda persona que su índice se encuentre entre los rangos de igual o mayor que 25  e igual y menor  que 29.99 está en la condición de sobrepeso (≥25  y ≤ 29.99).  Toda persona que su índice de masa corporal sea igual o mayor que 30 su condición es de obesidad (≥30).  El IMC proporciona la medida más útil del sobrepeso y la obesidad en la población, puesto que es la misma para ambos sexos y para los adultos de todas las edades.
La causa fundamental del sobrepeso y la obesidad es un desequilibrio energético entre calorías consumidas (alimentos ingeridos) y gastadas (actividades físicas realizadas), con predominio de las calorías consumidas.  


En el mundo, se ha producido:
  1. Un aumento en la ingesta de alimentos hipercalóricos que son ricos en grasa, sal y azúcares pero pobres en vitaminas, minerales y otros micronutrientes.
  2. Un descenso en la actividad física como resultado de la naturaleza cada vez más sedentaria de muchas formas de trabajo (equipos computarizados, sillas ergonómicas con ruedas, montacargas de precisión, etc.) y falta de  voluntad de realizar ejercicio físico (gimnasia, aérobicos, trotar, correr o algún deporte, como mínimo, 30 minutos al día  y 5 días a la semana); de los nuevos modos de desplazamiento (distintos vehículos a motor, elevadores, escaleras eléctricas, etc.),  y de una creciente urbanización (los insumos cada vez están más cerca de los consumidores).
A menudo los cambios en los hábitos de alimentación y actividad física son consecuencia de cambios ambientales y sociales asociados al desarrollo y de la falta de políticas de apoyo en sectores como la salud, agricultura, transporte, planeamiento urbano, medio ambiente, procesamiento, distribución y comercialización de alimentos, y educación.


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