sábado, 25 de febrero de 2012

Dislipidemia (II parte)

Artículo publicado en el periódico El Informe de David Vol. 2 No. 17 - Edición impresa.
Panamá-Chiriquí, sábado 25 de febrero de 2012.
http://www.elinformedavid.com/
Por: Dr. Danilo Antonio Castillo G. 

Los médicos somos dados a solicitar en las consultas de control o morbilidad, el perfil lipídico de nuestros pacientes; esto no es más que el estudio de la concentración grasa en el plasma (sangre).  Los lípidos viajan en la sangre asociados a lipoproteínas (3 de estas forman parte del perfil lipídico: HDL, VLDL y LDL), por lo que es fundamental el análisis de éstas para detectar fallos en el metabolismo lipídico. Las más relevantes para su estudio son:
(Las siglas y los nombres entre paréntesis corresponden a la escritura en el idioma inglés)
  1. HDL. Lipoproteínas de alta densidad (High Density Lipoproteins).  Las HDL son las lipoproteínas más pequeñas y más densas.  Comúnmente conocida como "colesterol bueno", dado que el colesterol ligado a HDL no se adhiere fácilmente a las paredes arteriales y debido a que las HDL pueden retirar el colesterol de las arterias transportándolo de vuelta al hígado para su excreción.  Una alta concentración de HDL en sangre es considerada, en alguna forma, un factor "protector" cardiovascular. Cuanto más alto mejor.  Los hombres suelen tener un nivel notablemente inferior de HDL que las mujeres (por lo que tienen un riesgo superior de enfermedades del corazón).  Estudios epidemiológicos muestran que altas concentraciones de HDL (superiores a 60 mg/dl) tienen un carácter protector contra las enfermedades cardiovasculares (como la cardiopatía isquémica e infarto de miocardio).  Bajas concentraciones de HDL (por debajo de 35mg/dl) suponen un aumento del riesgo de estas enfermedades, especialmente para las mujeres. 
  2. VLDL o lipoproteínas de muy baja densidad (Very Low Density Lipoproteins).  Son lipoproteínas precursoras compuestas por triglicéridos (predominantemente) y ésteres de colesterol.  Son sintetizadas en el hígado y a nivel de los capilares de los tejidos extrahepáticos (tejido adiposo, mama, cerebro, glándulas suprarrenales, etc.).  Su concentración elevada por encima de valores normales, se asocia a una elevación en la concentración de triglicéridos.
  3. LDL. Lipoproteínas de baja densidad (Low Density Lipoproteins). Aproximadamente  tres cuarta partes del colesterol total del plasma se encuentra en esta lipoproteína.  Las LDL son lipoproteínas que transportan el colesterol desde el hígado al resto del cuerpo para que sea utilizado por distintas células extrahepáticas tales como las células de la corteza suprarrenal, musculares, renales y linfocitos.  Debido a que las LDL transportan el colesterol a las arterias, un nivel alto de LDL está asociado con aterosclerosis, infarto del miocardio y accidentes vasculares cerebrales. Un aumento de las mismas suele verse en la hipercolesterolemia aislada o familiares. Es el llamado “colesterol malo". Cuanto más bajo mejor.
  4. Colesterol total: El colesterol es una sustancia suave y cerosa (blanda como la cera) que se encuentra en todas las partes del cuerpo. El cuerpo necesita un poco de ésta para funcionar adecuadamente; pero la presencia de demasiado colesterol puede taponar las arterias y llevar a que se presente cardiopatía.  Un examen de colesterol total mide todos los tipos de colesterol en su sangre. Los resultados de este examen le indican al médico si su colesterol está demasiado alto.  Incluye tanto el bueno, como el malo.
  5. Triglicéridos: Los triglicéridos son un tipo de grasa presente en el torrente sanguíneo y en el tejido adiposo. Los triglicéridos provienen del alimento que consumimos y los que el cuerpo produce.  Cuando usted come, el cuerpo usa las calorías de los carbohidratos para obtener energía inmediata. Los carbohidratos sobrantes se convierten en triglicéridos y son almacenadas en los adipocitos (células grasas) para su uso posterior. Si usted consume más calorías de las que su cuerpo necesita, su nivel de triglicéridos puede ser alto.  Un exceso en este tipo de grasa puede contribuir al endurecimiento y el estrechamiento de las arterias.  Cuyo aumento se asocia a mayor riesgo cardiovascular, y aumentos severos, mayores a 500 mg/dl, aumentan el riesgo de pancreatitis (cuadro grave caracterizado por una inflamación y destrucción pancreática). 

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